En el juego de la seducción, de si me quedo o me voy, hay una barrera que difícilmente un futbolista pueda superar con solo expresar su ganas de cambiar de aire: si el club con el que teóricamente cerró trato no acerca una oferta al club con el que tiene firmado contrato, no habrá chances de nada.
Eso pasa en Atlético con Bruno Bianchi, en este caso en particular. Desde la CD le confirmaron a LA GACETA que el central y su representante tienen arreglado de palabra su incorporación a Colón, un abonado a llevarse jugadores del “Decano” pero siempre oferta de por medio y jugando limpio. La relación entre las dos instituciones es fantástica. Sobrados motivos hay, teniendo en cuenta las últimas salidas de Rodrigo Aliendro y Luis Rodríguez al “Sabalero”.
Colón tiene entre sus apuntados a Bianchi, y Bianchi tiene ganas de partir, en lo que es un pedido que se repite, prácticamente, durante cada mercado de pases. Es, dicen puertas adentro de la CD, el “Pulguita” de tiempo pasado: “siempre quiere irse, pero no llega una oferta concreta por él. Es más presión que otra cosa”, justifican.
En Atlético, por ahora, no tienen intenciones de sumar nuevas caras. No hace falta. Y tampoco tienen interés en desprenderse de algún integrante de la plantilla titular, así porque sí. Está todo en veremos, pero ese veremos está acorralado por una fecha límite. “Por respeto a los jugadores, y porque jamás le cortaremos la carrera a nadie, si llega una oferta por Bianchi, la analizaremos”, sostienen desde el Monumental.
Si Colón está realmente interesado en contratar a Bianchi debe acercar una propuesta. Con deseos de libertad del nicoleño no basta. Existe otro paréntesis en esta historia que se llama tiempo. Si a 25 de Mayo y Chile no llega el famoso fax con la oferta hasta la semana que viene, tiempo que Atlético se la pasará jugando amistosos en Buenos Aires, la directiva pintará de negro su vitrina.
La razón, es simple. La Superliga está al caer (el 26 debuta con Racing, en Avellaneda) y también está el trascendental partido de ida por la Fase 2 de la Copa Libertadores contra The Strongest en La Paz, el próximo 5 de febrero. Y liberar a un titular por liberar, cuando el grupo ya ganó cierto rodaje, eso es directamente imposible. Sería como desmantelar un auto ya rodado y probado.
Se habló de Gabriel Risso Patrón y que podría emigrar, eso también es un rumor, por ahora. El monterizo ha perdido terreno en el plantel superior, pero eso no significa que el cuerpo técnico le haya perdido la confianza por completo. Tiene margen, Risso Patrón, para recuperarse y pelear el puesto con Fabián Monzón.
Hablar de incorporaciones es hablar casi lo mismo que de las futuras ventas que podría aceptar Atlético. No hay nada, ni interesa un futbolista en particular. El mejor refuerzo que tiene es Gustavo Toledo, que está listo y en condiciones de jugar, después de perderse todo el semestre pasado.
Sucede que la pretemporada del verano sirve más para retener que para contratar. Los jugadores ya se conocen, vienen de superar el filtro del semestre anterior y han logrado una conexión que no se consigue de la noche a la mañana. Entonces, hablar de vender significa, de hecho, hablar de desmantelar un 11 titular o una plantilla que ya se conoce y que buscar la perfección en el juego y en la cancha.